Suele ser habitual que cuando un satélite reentra en la atmósfera terrestre sin avisar, los avistamientos de OVNIs se multipliquen de forma alarmante. Normal, no todo el mundo tiene que saber que las naves espaciales se desintegran con cierta frecuencia sobre nuestras cabezas. Y eso es exactamente lo que pasó durante la pasada nochebuena cuando se produjo la reentrada de la tercera etapa (Bloque I) del cohete Soyuz-FG que lanzó la nave Soyuz TMA-03M el 21 de diciembre. A diferencia de otras ocasiones, la entrada atmosférica del Bloque I tuvo lugar de noche sobre Europa central, una de las regiones más densamente pobladas del planeta. Como es lógico en esta era digital, el acontecimiento fue filmado profusamente por multitud de testigos. Sirva como botón de muestra este vídeo (filmado aparentemente en Alemania, aunque los autores son obviamente ruso parlantes):
Espectacular, ¿verdad? Me encantan los vídeos de reentradas de satélites, pero en esta ocasión me ha sorprendido la confusión en ciertos medios de comunicación sobre la naturaleza del objeto que se desintegraba. En algunos hemos podido leer que era un cohete Soyuz y en otros que se trataba de "un trozo" de una nave tripulada Soyuz. Otros hablaban de un "cohete ruso", así en general.
Para dejar las cosas claras, conviene recalcalcar que lo que vemos en el vídeo es la reentrada a cerca de 8 kilómetros por segundo del Bloque I de un cohete Soyuz-FG, o lo que es lo mismo, esto:
Es decir, no se trata de un cohete entero, sólo la tercera etapa (por cierto, esta es una buena oportunidad para recordar que el Bloque I también se sitúa en órbita cada vez que se lanza una nave Soyuz). Un cohete Soyuz-FG completo pinta tal que así:
Y por si hay algún despistado, el aspecto de una nave tripulada Soyuz -no confundir con el cohete homónimo- es este:
Afortunadamente, la Soyuz TMA-03M no se ha quemado en la atmósfera, sino que se halla acoplada sana y salva con la estación espacial internacional (ISS) desde el pasado viernes. Y allí deberá permanecer los próximos seis meses. Para complicar el asunto un poco más, otros medios han confundido este cohete con el Soyuz-2-1B lanzado el 23 de diciembre desde Plesetsk y que no logró alcanzar la órbita. Como consecuencia, algunos fragmentos del Bloque I y el satélite Meridián 5 cayeron en la región de Novosibirsk pocos minutos después del despegue.
En fin, que más de uno se ha armado un buen lío con los cohetes Soyuz y las naves Soyuz. Esperemos que el asunto haya quedado un poquito más claro.
Espectacular, ¿verdad? Me encantan los vídeos de reentradas de satélites, pero en esta ocasión me ha sorprendido la confusión en ciertos medios de comunicación sobre la naturaleza del objeto que se desintegraba. En algunos hemos podido leer que era un cohete Soyuz y en otros que se trataba de "un trozo" de una nave tripulada Soyuz. Otros hablaban de un "cohete ruso", así en general.
Para dejar las cosas claras, conviene recalcalcar que lo que vemos en el vídeo es la reentrada a cerca de 8 kilómetros por segundo del Bloque I de un cohete Soyuz-FG, o lo que es lo mismo, esto:
Bloque I del cohete Soyuz-FG que lanzó a la Soyuz TMA-03M (RKK Energía).
Es decir, no se trata de un cohete entero, sólo la tercera etapa (por cierto, esta es una buena oportunidad para recordar que el Bloque I también se sitúa en órbita cada vez que se lanza una nave Soyuz). Un cohete Soyuz-FG completo pinta tal que así:
Cohete Soyuz-FG (NASA/Paco Arnau/ciudad-futura.net).
Y por si hay algún despistado, el aspecto de una nave tripulada Soyuz -no confundir con el cohete homónimo- es este:
Nave Soyuz TMA (NASA/Paco Arnau/ciudad-futura.net).
Afortunadamente, la Soyuz TMA-03M no se ha quemado en la atmósfera, sino que se halla acoplada sana y salva con la estación espacial internacional (ISS) desde el pasado viernes. Y allí deberá permanecer los próximos seis meses. Para complicar el asunto un poco más, otros medios han confundido este cohete con el Soyuz-2-1B lanzado el 23 de diciembre desde Plesetsk y que no logró alcanzar la órbita. Como consecuencia, algunos fragmentos del Bloque I y el satélite Meridián 5 cayeron en la región de Novosibirsk pocos minutos después del despegue.
En fin, que más de uno se ha armado un buen lío con los cohetes Soyuz y las naves Soyuz. Esperemos que el asunto haya quedado un poquito más claro.
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