Los sistemas de lanzamiento aéreos son uno de los temas recurrentes de la astronáutica. Aunque se han propuesto decenas de proyectos, prácticamente ninguno ha logrado salir adelante, con excepción del pequeño Pegasus de Orbital. Propuestas tripuladas no hay tantas, pero a lo largo de los años se han presentado multitud de sistemas, desde el Spiral 50/50 hasta el MAKS, pasando por el Sänger II.
La mayoría de estos proyectos se han visto limitados por el tamaño y velocidad del avión nodriza. Lanzar una gran nave tripulada requiere de un enorme avión, lo que normalmente resulta prohibitivo desde el punto de vista económico y operacional. Aunque no siempre. Recientemente, la compañía Stratolaunch ha propuesto construir el mayor avión del mundo para lanzar cohetes -tanto tripulados como no- desde Estados Unidos. Pero el gigantesco avión de Stratolaunch palidece en comparación con algunas de las aeronaves propuestas para transportar al sistema OOS soviético de los años 80. Si no me creen, miren la siguiente imagen. Vean, vean:
Sí, es lo que parece. Un avión gigante de 625 toneladas formado por dos fuselajes de un Antonov An-225 (todavía hoy el avión más grande del mundo) con nada más y nada menos que 40 motores a racción (!), situados tanto en el extradós como el intradós del ala. La masa conjunta del OOS y el avión alcanzaría las 1650 toneladas. Eso es pensar a lo grande y lo demás son tonterías. Y éste no era el único proyecto de mega-avión creado para transportar al OOS, como podemos ver a continuación:
Semejantes bestias debían transportar a la lanzadera reutilizable OOS (Одноступенчатый Орбитальный Самолёт, "avión orbital de una etapa"), concebida en la primera mitad de los años 80 por la oficina de diseño Túpolev. Como su nombre indica, OOS debía ser un sistema espacial tripulado de una sola etapa capaz de despegar y aterrizar como un avión convencional. Vamos, algo así como un HOTOL o Skylon soviético. Sin embargo, despegar horizontalmente desde un aeropouerto requiere transportar una enorme cantidad de combustible, así que desde un primer momento se estudió la posibilidad de lanzarlo desde una "plataforma aérea" (básicamente una aeronave de tamaño "normal") o desde un superavión para aumentar así la masa útil del sistema.
El OOS utilizaría tres motores criogénicos (hidrógeno y oxígeno líquidos) de 200 toneladas de empuje para alcanzar la órbita, aunque también se consideró el empleo de motores scramjet. Una vez en órbita, el OOS usaría estos mismos motores con queroseno y oxígeno líquido -al igual que el Burán- para realizar las maniobras orbitales. El uso de motores con tres tipos de propergoles permitiría ahorrar una masa considerable. Además, 38 pequeños reactores servirían para controlar la actitud de la nave. Debido al gran tamaño de los depósitos de combustible asociados a cualquier vehículo SSTO (Single Stage To Orbit), el OOS sólo podría transportar una tripulación de dos personas y una carga útil de 10 toneladas. La forma del orbitador era muy similar a la del Burán o el shuttle norteamericano, aunque con un fuselaje central más amplio. El escudo térmico también sería muy parecido al del Burán, a base de losetas de cerámica y de carbono-carbono. Aunque la masa al lanzamiento del OOS alcanzaría las 675 toneladas, la mayoría sería combustible. Por este motivo, la masa del vehículo al regreso del espacio sería de poco más de 100 toneladas, al igual que el Burán, lo que permitiría una velocidad de aterrizaje de apenas 240 km/h.
El OOS fue concebido como un sistema de transporte espacial avanzado capaz de sustituir al Burán alrededor del año 2000. En este sentido, fue uno más de los muchos proyectos que aparecieron en la URSS durante los años 70 y 80 con el objetivo de desarrollar un vehículo espacial reutilizable, como las lanzaderas LKS u OK-M. Proyectos de otra época, cuando el futuro de la humanidad parecía pasar por el espacio y cuando las naves reutilizables se perfilaban como la única alternativa posible. O sea, justo lo contrario que en la actualidad.
Referencias:
La mayoría de estos proyectos se han visto limitados por el tamaño y velocidad del avión nodriza. Lanzar una gran nave tripulada requiere de un enorme avión, lo que normalmente resulta prohibitivo desde el punto de vista económico y operacional. Aunque no siempre. Recientemente, la compañía Stratolaunch ha propuesto construir el mayor avión del mundo para lanzar cohetes -tanto tripulados como no- desde Estados Unidos. Pero el gigantesco avión de Stratolaunch palidece en comparación con algunas de las aeronaves propuestas para transportar al sistema OOS soviético de los años 80. Si no me creen, miren la siguiente imagen. Vean, vean:
Sistema de transporte aeroespacial (AKS) para transportar al avión espacial OOS (http://vadimvswar.narod.ru).
Sí, es lo que parece. Un avión gigante de 625 toneladas formado por dos fuselajes de un Antonov An-225 (todavía hoy el avión más grande del mundo) con nada más y nada menos que 40 motores a racción (!), situados tanto en el extradós como el intradós del ala. La masa conjunta del OOS y el avión alcanzaría las 1650 toneladas. Eso es pensar a lo grande y lo demás son tonterías. Y éste no era el único proyecto de mega-avión creado para transportar al OOS, como podemos ver a continuación:
Otros conceptos de aviones pesados para el transporte del OOS (http://vadimvswar.narod.ru).
Semejantes bestias debían transportar a la lanzadera reutilizable OOS (Одноступенчатый Орбитальный Самолёт, "avión orbital de una etapa"), concebida en la primera mitad de los años 80 por la oficina de diseño Túpolev. Como su nombre indica, OOS debía ser un sistema espacial tripulado de una sola etapa capaz de despegar y aterrizar como un avión convencional. Vamos, algo así como un HOTOL o Skylon soviético. Sin embargo, despegar horizontalmente desde un aeropouerto requiere transportar una enorme cantidad de combustible, así que desde un primer momento se estudió la posibilidad de lanzarlo desde una "plataforma aérea" (básicamente una aeronave de tamaño "normal") o desde un superavión para aumentar así la masa útil del sistema.
Avión espacial de una etapa OOS (http://vadimvswar.narod.ru).
El OOS utilizaría tres motores criogénicos (hidrógeno y oxígeno líquidos) de 200 toneladas de empuje para alcanzar la órbita, aunque también se consideró el empleo de motores scramjet. Una vez en órbita, el OOS usaría estos mismos motores con queroseno y oxígeno líquido -al igual que el Burán- para realizar las maniobras orbitales. El uso de motores con tres tipos de propergoles permitiría ahorrar una masa considerable. Además, 38 pequeños reactores servirían para controlar la actitud de la nave. Debido al gran tamaño de los depósitos de combustible asociados a cualquier vehículo SSTO (Single Stage To Orbit), el OOS sólo podría transportar una tripulación de dos personas y una carga útil de 10 toneladas. La forma del orbitador era muy similar a la del Burán o el shuttle norteamericano, aunque con un fuselaje central más amplio. El escudo térmico también sería muy parecido al del Burán, a base de losetas de cerámica y de carbono-carbono. Aunque la masa al lanzamiento del OOS alcanzaría las 675 toneladas, la mayoría sería combustible. Por este motivo, la masa del vehículo al regreso del espacio sería de poco más de 100 toneladas, al igual que el Burán, lo que permitiría una velocidad de aterrizaje de apenas 240 km/h.
Temperaturas alcanzadas durante la reentrada del OOS (http://vadimvswar.narod.ru).
El OOS fue concebido como un sistema de transporte espacial avanzado capaz de sustituir al Burán alrededor del año 2000. En este sentido, fue uno más de los muchos proyectos que aparecieron en la URSS durante los años 70 y 80 con el objetivo de desarrollar un vehículo espacial reutilizable, como las lanzaderas LKS u OK-M. Proyectos de otra época, cuando el futuro de la humanidad parecía pasar por el espacio y cuando las naves reutilizables se perfilaban como la única alternativa posible. O sea, justo lo contrario que en la actualidad.
Referencias:
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